Semana
Nº 2
Huesos:
Concepto de osificación y desarrollo. Clasificación. Huesos del cráneo y Base
de cráneo. Huesos de la Cara. Huesos del esqueleto axial: vértebras, costillas,
esternón
Los
206 huesos del cuerpo humano se originan a nivel embrionario desde tejido
mesenquimático, como el cartílago, ricamente vascularizado el cual diferencia
sus células para la osificación de sí mismo. Este tejido se organiza en centros
de osificación. Los cuales por su calcificación fijan las características
propias de los huesos, como la dureza. Pero un hueso suele tener más de un
punto de osificación, lo que le permite que en los puntos donde estos se
contactan persista durante la niñez, adolescencia y adultez temprana, el
cartílago de crecimiento. Es esta región flexible, ricamente vascularizada y en
constante replicaron y diferenciación la que posibilita el crecimiento. Una vez
finalizado el crecimiento normal, la osificación del hueso no permanece constante,
es un proceso en permanente progreso y regreso que permite entre otras cosas,
regular la calcemia y posibilitar la precomposición de fracturas.
Los
huesos se clasifican en tres granes grupos con características morfológicas y
funcionales comunes:
·
Los
huesos largos: prima el largo por sobre las otras dimensiones y son
característicos de los miembros. Su morfología les posibilita cumplir su
función de palanca y administrar fuerza a los movimientos. Ejemplos son: fémur
y humero.
·
Los
huesos planos: priman dos dimensiones sobre una tercera. Cumplen función de
protección. Ejemplos son: escápula y H. parietal.
·
Los
huesos cortos: son equiláteros en sus tres dimensiones lo que les otorga una
forma cuboide de gran densidad central que les posibilita soportar peso.
Ejemplos son: H. Grande y Calcáneo.
Los huesos del
cráneo son:
·
Los pares:
o
Huesos temporales:
Contienen la
caja timpánica (oído medio), al oído interno y está en inmediata relación con
la arteria carótida y la vena yugular.
o
Huesos parietales: delgados y por encima de los
huesos temporales se relacionan inmediatamente con las arterias meníngeas y los
senos venosos hacia su cara interior.
·
Los impares, de posteroinferior a
anterosuperior:
o
Hueso Occipital: el más posterior se relaciona
con el cerebelo hacia interior y con la columna vertebral y la medula hacia su
cara inferior, a través del foramen magno que permite la continuación del
encéfalo con la medula espinal. Al igual que el hueso temporal esta en
inmediato contacto con el origen de la vena yugular.
o
Hueso esfenoides: hueso central y complejo entre
cráneo y cara, cuenta con una cavidad neumática propia y múltiples escotaduras
y forámenes que permitirán la comunicación del cráneo con la cara, como por
ejemplo la fisura orbitaria superior (hendidura esfenoidal) que permitirá la
comunicación del cráneo con la órbita y el paso de los elementos nobles que se
asocian al ojo como la arteria oftálmica y los pares craneales III, IV y VI. A
su vez en su cara interior se relaciona con inmediatez con la arteria carótida
interna en su porción intracraneal y con la glándula hipófisis.
o
Hueso etmoides: en inmediata relación hacia
inferior con las cavidades nasales y las celdillas homónimas, permite el paso
de los filetes olfatorios del primer par craneal.
o
Hueso frontal: ancho en su base, con su cavidad
neumática homónima y los rebordes orbitarios superiores, y delgado en su
porción superior conforma la frente.
La
base del cráneo, conformada por los huesos occipital, temporales y esfenoides,
es de especial importancia y complejidad debido a sus comunicaciones con el
cuello y asociación a estructuras vitales.
Los huesos de la
cara son:
·
Pares:
o
Malares: protruyen y son palpables en los
pómulos y conforman parte del arco cigomático y el ángulo inferolateral de la
orbita correspondiente.
o
Maxilares: poseen su propia cavidad
neumática y conforman el piso de la órbita, parte del techo de la boca, con el
arco dentario superior y parte de la pared lateral de las fosas nasales.
o
Lacrimales: pequeños, conforman pate del ángulo
inferomedial de la órbita y allí el conducto lacrimonasal que como su nombre lo
indica comunica la órbita con las fosas nasales.
o
Palatinos: conforman la porción más
posterior del las fosas nasales (coanas), la porción posterior del techo de la
boca y una pequeña parte del fondo de la órbita.
o
Cornete inferior: Pequeña y curvada, se encuentra
dentro de la cavidad nasal.
·
Impares:
o
Vómer: fina lámina vertical conforma la
pared medial de ambas cavidades nasales.
o
Mandíbula:
conforma el arco dentario inferior y las ramas que articulan el mismo al hueso
temporal.
El esqueleto axial está
compuesto por:
Vértebras:
7 cervicales, 12 torácicas, 5 lumbares, 5 sacras fusionadas que componen el
hueso sacro y 4 o 5 atróficas que forman el coxis. Estas se caracterizan por
tener en común: Un cuerpo, grande y cuadrangular hacia anterior, dos pedículos
que unen el cuerpo a las apófisis articulares, dos apófisis articulares a cada
lado con sus respectivas superficies articulares y apófisis transversas, dos
laminas que unen las apófisis articulares a la apófisis espinosa y una apófisis
espinosa hacia posterior. Excepto las últimas
coccígeas, todas cuentan con un canal medular conformado por un arco posterior
compuesto por las láminas y un arco anterior compuesto por pos pedículos y la
cara posterior del cuerpo vertebral.
Las
características que individualizan a las vértebras en cada uno de los segmentos
son:
§
El
atlas: primera vértebra cervical, se caracteriza por carecer de cuerpo vertebral
por lo que está formada únicamente por un arco posterior con una muy pequeña
apófisis espinosa y un arco anterior con los forámenes vertebrales y la carilla
articular para el diente del axis. En la unión entre estos dos arcos tenemos el
cuerpo articular, cóncavo y aplanado.
§
Axis:
segunda vértebra cervical, se caracteriza por presentar en su cuerpo vertebral
una apófisis vertical denominada axis la cual se articulara con C1 permitiendo
los movimientos de rotación nucal.
§
V.
Cervicales: A excepción de la séptima, todas cuentan con fórrameles vertebrales
a cada lado de su cuerpo, incluyendo a la séptima pero exceptuando a las dos
primeras, cuentan con carillas articulares uncinadas en su cuerpo y
cigoapofisarias que se orientan oblicuamente hacia anterosuperior y posteroinferior en sus cuerpos articulares
y apófisis espinosas bífidas.
§
V.
Torácicas: Se caracterizan por presentar dos carillas articulares en los bordes
supero e infero laterales de sus cuerpos y una tercera a nivel de la apófisis
transversa para las costillas. A excepción de la doceava que solo presenta una
carilla articular en sus bordes superolarelaes. Tienen una apófisis espinosa
oblicua y descendente y las carillas articulares cigoapofisarias que miran
hacia posterior la superior y hacia anterior la inferior.
§
V.
Lumbares: se caracterizan por su gran tamaño y su apófisis espinosa
cuadrangular y horizontal. Cuentan con carillas articulares cigoapofisarias que
miran hacia medial y posterior, las superiores, y hacia lateral y anterior, las
inferiores.
Costillas:
doce, pares y curvas, se las considera huesos alargados y planos dado que
cumplen función de protección pero también de palanca en la mecánica
respiratoria. Se articulan hacia posterior con las vértebras y hacia anterior
con el esternón a través de cartílago o permanecen flotantes (las últimas dos).
Esternón:
hueso plano que cuenta con un manubrio, poligonal hacia superior, un cuerpo
rectangular en su parte media y una apófisis xifoidea en su parte inferior. Se
ubica en la línea media y en la parte anterior del tórax y cumple función de
protección. Cuenta con medula ósea activa incluso en la vida adulta por lo que
es un sitio para la toma de la misma.
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